Fundamentos y Clasificación del Acné

El acné comedogénico es aquel que presenta poca inflamación en el área de la piel donde ocurre el brote, produce comedones abiertos y cerrados. A pesar de ser un tipo de acné leve, también pueden aparecer en otras partes del cuerpo como la espalda y el pecho.
 

Los comedones aparecen como puntos blancos o negros; los blancos (comedones cerrados) son lesiones de color carne o blanquecinas, de 1 a 3 mm de diámetro; los puntos negros (comedones abiertos) tienen una apariencia similar, aunque el centro es de color negro.

Al tratarse de un acné leve, los brotes que ocurren son pequeños, por lo que no representan un riesgo para la salud y tampoco deja cicatrices, por lo que no afecta la estética del paciente de manera permanente. Se trata de un tipo de acné muy sencillo de tratar al mejorar la condición del paciente por completo.
 

Estos brotes ocurren cuando el folículo de una glándula sebácea se bloquea, lo que es causado por diferentes factores como por ejemplo las hormonas, ya que los andrógenos estimulan a las glándulas sebáceas, así mismo la hiperqueratinización del folículo piloso, y la colonización bacteriana secundaria y por supuesto la historia familiar, también influye.

El acné se produce por la interacción de 3 factores principales:

• El exceso de producción de sebo

• Los folículos son tapados con sebo y queratinocitos

• La colonización en los folículos causada por Cutibacterium acnes (antes denominado Propionibacterium acnes), una bacteria que se encuentra en la glándula sebácea del ser humano.

Otra de las características del acné comedogénico es que en los hombres puede pasar con facilidad del grado uno a los superiores, es decir, de ser unos simples comedones abiertos o cerrados, al grado 2 o 3 que es cuando se forma el acné pustuloso o nódulos y quistes que afecta la piel dejando marcas casi imborrables.

El acné se puede clasificar como:

• No inflamatorio: Se caracteriza por comedones abiertos y cerrados, los comedones son tapones sebáceos retenidos dentro de los folículos, se denominan abiertos o cerrados dependiendo de si el folículo está dilatado o cerrado sobre la superficie cutánea. Los tapones se quitan con facilidad en comedones abiertos, pero son más difíciles de eliminar en comedones cerrados. Además, los comedones cerrados tienden a ser las lesiones precursoras del acné inflamatorio.

• Inflamatorio: se caracteriza por presentar pápulas, pústulas, nódulos y quistes. Las pápulas y pústulas aparecen cuando la bacteria Cutibacterium acnes coloniza los comedones cerrados, y degrada el sebo en ácidos grasos libres que irritan el epitelio folicular y provocan una respuesta inflamatoria por neutrófilos y luego linfocitos, lo que compromete la integridad del epitelio. El folículo inflamado se rompe hacia la dermis (a veces precipitado por la manipulación física), donde el contenido del comedón provoca una reacción inflamatoria local, con formación de pápulas, si la inflamación es intensa, se producen grandes pústulas purulentas.

El acné comedogénico se puede tratar mediante la regulación de la secreción sebácea, la disminución de la población bacteriana, y manteniendo una higiene y buena alimentación, es decir, gozando de una buena calidad de vida, tratando en lo posible evitar los factores estresantes.
 

Los tratamientos de limpieza e higiene se hacen con jabones especiales que se adapten al tipo de piel, para combatir el acné se suele recetar tratamientos combinados entre tópicos y orales, y dependiendo de la gravedad también se recomiendan antibióticos, antiinflamatorio y antimicrobianos.

Por otra parte, también existen tratamientos estéticos que se encargan de mejorar notable y rápidamente la apariencia del acné, como por ejemplo la microdermoabrasión con punta de diamante, la cual es considerada una de las mejores alternativas para tratar los comedones abiertos y cerrados en el acné leve.