Protocolo parte I: limpieza, desinfección y esterilización de elementos de trabajo - Preparación de la uña

Recuerda que tanto el manicure como el pedicure es un protocolo que se debe llevar a cabo con delicadeza a fin de no ocasionar molestias al paciente. En clases anteriores pudimos ver la morfología de la mano, donde quedó claro el hecho de que debajo de las uñas hay muchas terminaciones nerviosas, por lo que se trata de una zona delicada que puede llegar a ser muy sensible.

El limado de uñas debe hacerse con calma para no ocasionar molestias al paciente.

Al momento de aplicar el esmalte es usual sentir una sensación de frío de este líquido, eso demuestra lo sensible que es la zona, por lo tanto, durante el manicure cada procedimiento debe llevarse a cabo con calma y pausadamente, ya que por ejemplo en el caso del limado de uñas, si se hace continuo sin pausa, muy rápido o muy fuerte causaría un ardor, generando así un estímulo de rechazo y además incomodaría al paciente, por lo que si bien es probable que termine el protocolo, también es probable que no regrese.

Por lo tanto, se puede decir que la clave del manicure está en la paciencia con la que realices el procedimiento, la idea es obtener buenos resultados en el menor tiempo posible, pero lo primordial es que el paciente en todo momento se sienta cómodo.