Las Mascarillas como principios activos

Las mascarillas faciales son uno de los productos cosméticos más utilizados en la actualidad para el cuidado de la piel del rostro, representan el complemento ideal para cualquier rutina de belleza. Se debe generar un diagnóstico apropiado, a fin de seleccionar productos que posean principios activos acordes a las necesidades del paciente, de esta manera, se provecharán al máximo los beneficios de las mascarillas. 
 

Los beneficios podrán apreciarse desde la primera aplicación, en solo cuestión de minutos se observará una piel purificada, hidratada e iluminada. Estos efectos se pueden ver en cualquier biotipo y fototipo cutáneo sí se hace una buena elección de mascarrillas. 

Mascarillas a utilizar según el biotipo cutáneo

Los beneficios para cada piel vienen determinados por los ingredientes activos de la mascarilla facial. La profesional de la estética es quien establece qué mascarilla se utilizará dependiendo de las características de la dermis:  

• Pieles secas: deben utilizar una mascarilla hidratante.

• Acnéicas: para ellas está indicada una mascarilla purificante y calmante.

• Sensibles: se benefician del uso de una mascarilla hidratante y calmante.

• Fotoenvejecidas: se emplea una mascarilla con antioxidantes que iluminen e hidraten la piel.

• Pieles con manchas: necesitan activos que unifiquen el tono de la piel.

Aplicación de mascarillas faciales

Como en cualquier otro protocolo de belleza, la higiene es lo principal, no solo se trata de tener las manos impecables, lo principal es llevar a cabo una limpieza facial que elimine impurezas, suciedad y rastros del maquillaje. Luego de una limpieza facial se puede hacer uso de tónicos, exfoliantes o de cualquier otro tratamiento de belleza, incluido el uso de aparatología.

Existen muchos tipos de mascarillas faciales que se adaptan a las necesidades de cada paciente.
 

La mascarilla facial se debe utilizar al final del procedimiento, pues ayudará a que la piel se recupere tras la aplicación de un tratamiento estético. En el caso de solo querer aplicar la mascarilla facial, se puede hacer sin ningun inconveniente, y vale la pena recordar todos los beneficios mencionados que aporta a corto y largo plazo.
 

En el caso de las presentaciones en crema, debe administrarse de manera homogénea sobre la piel seca y dejarla actuar por varios minutos; la duración exacta dependerá del tipo de mascarilla, por lo que en caso de comprar una prefabricada, se debe leer sus propiedades y modos de empleo. La mayoría de las mascarillas deben retirarse con abundante agua, pero hay algunas en las que no se hace necesario su retiro, como es el caso de los velos de colágeno.